viernes, 7 de noviembre de 2014

Este tipo de problema en las calles del distrito de Surquillo, va cada año en aumento:

Desde hace mucho tiempo se ha sentido la incomodidad ante esta situación, aunque ya se han colocado paños fríos al problema, los conductores (clientes y taxistas de las ferias ferreteras y comensales de los denominados "restaurantes de menú taxista") continúan estacionándose donde se les antoja, invadiendo las calles de la zona residencial y aparcando sus automóviles en zona prohibida.
Debe existir una solución más drástica para esta situación, lo ideal sería que cada local comercial cuente con playa de estacionamiento propia, (en un terreno anexo, como sucede en otros distritos) y debería ser el primer pre-requisito para iniciar el negocio de esta naturaleza (de carácter comercial intensivo), además, razón más que suficiente para que, en caso de incumplir la orden, pues sencillamente no se les otorgue el permiso de funcionamiento. Así de simple y sencillo.
Como veremos a continuación en las imágenes (cortesía GoogleMaps), en el mismo distrito de surquillo, ante tan complicada situación, hasta los mismos dueños de negocios, han tomado el control de las calles, con la instalación de todo tipo de elementos tales como: caballetes metálicos plegables, caballetes de madera, letreros de advertencia, etc.
Bajo esta misma premisa, los vecinos residentes de las urbanizaciones del distrito de Surquillo, hacen lo mismo, instalando en algunos casos letreros de advertencia, instalando las denominadas vallas o "plumas", (muy buena opción), bloqueando de esa manera el acceso de camiones, taxis, etc., resguardando la integridad del sector.
Lo cierto de todo, es que ya se nos está hiendo de las manos todo este asunto del orden, el control y la seguridad, hasta el momento la solución parece ser la instalación de rejas a todas las calles que tengan acceso a las avenidas, tales como las que desembocan en la Av. Aviación, Av. Tomás Marsano, Av. Villarán, Av. Principal, por citar algunas, colindantes a comercios, donde exista un riesgo de afectar la integridad física de la zona residencial, de esa manera evitaríamos que la actividad comercial, tan nociva para la vida en comunidad (con sus camiones de carga, furgones, furgonetas, clientes y taxis, etc.), se inserten más allá de donde se les tiene permitido.